Justo hoy, día 22 de octubre, hace un año de mi operación. Y esta será mi última entrada del blog. En ella voy a intentar condensar todo el proceso por el que he pasado en unas líneas, a modo de resumen, desde una perspectiva más intima y personal.
Desde que me dieron el diagnóstico de cáncer, en ocasiones me he recriminado por no haber hecho caso al bulto que notaba. Es cierto que no tenía tiempo para nada, con dos peques en casa. La maternidad puede resultar agotadora y yo estaba muy cansada, así que daba prioridad a mis hijos y mis intereses se quedaban en un segundo plano. Pero es importante buscar un tiempo para nosotras, para cuidarnos y mimarnos, porque la única forma de cuidar bien de nuestras familias es estando nosotras bien.
A nivel psicológico, recibir la noticia de que tienes cáncer y someterte a un tratamiento tan duro y agresivo, con tantos efectos secundarios, se convierte también en un desafío. A mí, personalmente, me hizo mucho bien mi fe en Dios y contar con el apoyo de mi familia y amigos.
En la Asociación del Cáncer de Mama me ofrecieron la ayuda de una psicóloga, y aunque yo no sentía la necesidad de ir a ningún psicólogo, debo reconocer que me vino muy bien. Me ayudó a trabajar ciertos aspectos relacionados indirectamente con la enfermedad, como mi agobio por estar tanto tiempo de baja o a no exigir a los demás que intenten adivinar cómo me siento o que necesito, porque lo que para una persona es obvio, quizá no lo sea para el resto.
Durante todo el proceso me mantuve alegre y animosa, aunque en ocasiones te viene el "bajón". La gente te llama luchadora, valiente, te toman como modelo de resistencia, etc. Pero yo no me sentí especial o distinta al resto. Solo soy una mujer que se enfrenta a su enfermedad de la mejor forma posible, como estoy segura que cualquier persona haría.
A día de hoy, todo me parece lejano. Podría decirse que hago vida normal, aunque la enfermedad me ha dejado algunos "recuerdos" para que no olvide por lo que he pasado.
Lo que más me molesta es el brazo. Hay movimientos o posturas que no puedo hacer porque me duele. Además, por el riesgo de linfedema, recomiendan no dormir sobre el brazo afectado. Y puede parecer una tontería, pero echo mucho de menos dormir sobre el lado derecho. De hecho, debo reconocer que me cuesta encontrar una postura cómoda para dormir y no descanso tan bien como antes. Todo esto puede parecer algo insignificante si lo comparamos con todo lo que he pasado, pero hacen el día a día un poco más difícil.
En cualquier caso, no me quejo y doy gracias a Dios porque en la adversidad siempre ha estado a mi lado, ayudándome a superar esta situación.
No quiero terminar sin recordaos algo muy importante, tengáis cáncer o estéis sanas:
- Es necesario que nos alimentemos correctamente, que cocinemos en casa de una forma sencilla alimentos saludables, dando prioridad a frutas y verduras. Debemos evitar al máximo los dulces, bollería industrial y azúcares añadidos. Reconozco que esto me cuesta porque soy muy "laminera", pero hay que ser mas conscientes de la importancia de una correcta alimentación.
- Tenemos un gran aliado para ayudarnos a estar saludables y prevenir muchísimas enfermedades. Y este aliado es el ejercicio físico. Hay que dar prioridad al ejercicio físico, en cualquier forma, ya sea caminar, correr, ir en bici, nadar, etc. No lo toméis como algo opcional o superfluo, sino como algo tan necesario como respirar o comer.
Quiero también dar las gracias a todas las personas que han estado a mi lado, ya sea fisicamente como de corazón. Por el cariño que he recibido de tanta gente y por las oraciones elevadas por mi. Y muchas gracias a todo el personal sanitario por su trabajo y dedicación al cuidado de las personas. ¡Gracias!
Hasta siempre.
"Abuelo, ¿cómo se pierde la vida? La vida se pierde de muchas formas, hijo. Se pierde cuando quieres vivir la vida de otros y no la tuya. Se pierde criticando los errores de otros, y no mejorando la tuya. Se pierde cuando te lamentas a cada momento por haber fracasado y no buscar soluciones para poder triunfar. Se pierde cuando te enfocas solo en las cosas negativas, y dejas de disfrutar de las buenas. La vida no se pierde cuando dejas de respirar, sino cuando dejas de ser feliz."
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