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viernes, 6 de septiembre de 2019

La primera sesión

Hace días que  no escribía nada en el blog, pero he estado con una conjuntivitis un poco peleona y me costaba concentrarme. Ahora estoy mejor así que continuaré contando mi experiencia.

El día 2 de abril me dieron la primera sesión de quimioterapia. No estaba nerviosa, pero si expectante. No sabía que me iba a encontrar exactamente o cómo me iba a sentar la quimio. Y esa incertidumbre no me gusta nada.

Normalmente, hay un esquema a la hora de recibir el tratamiento con quimioterapia. 
Primero: Antes de cada sesión hay que hacerse un análisis de sangre. Las pruebas solicitadas incluyen un hemograma (para ver si hay anemia, cómo están las defensas y las plaquetas), urea y creatinina (para ver la función renal) y AST y ALT (indican si hay afectación del hígado).
Este análisis puede hacerse el día previo a la quimioterapia, por la tarde, o el mismo día de la quimioterapia por la mañana, pero por lo menos 1 hora y media antes de la consulta.
Segundo: La consulta con enfermería o con oncología. Si no te van a dar quimio, será con enfermería. Si vas a recibir el tratamiento será con oncología. En la consulta se revisan los resultados del análisis, por si hubiera algo que contraindicara el tratamiento, te preguntan cómo estás, si tienes algún síntoma y te exploran. Este es el momento en el que debemos aprovechar para preguntar todas las dudas que vayan surgiendo. No hay que tener miedo de preguntar.
Tercero: Si no hay ningún problema, la oncóloga da luz verde al tratamiento, se solicitan los fármacos que te van a administrar y se pasa a la sala de espera hasta que nos llamen para comenzar con la sesión.

Esta es una imagen del Pabellón C de oncología, donde paso tanto tiempo últimamente.

En Pamplona, cuando vas a comenzar un tratamiento oncológico, te dan una tarjeta de uso personal, con un código. La tienes que pasar por un escáner cada vez que vas al hospital. Al hacerlo, el sistema informático registra que ya has venido a tu cita.
En la sala de espera hay varias pantallas en las que anuncian quien debe pasar a consulta o a box (que es dónde administran la quimioterapia). Hay que estar atentas, y cuando sale tu código en la pantalla, acudir donde te indica.

Como podréis imaginar, el primer análisis antes de la primera sesión me salió perfecto. Así que, sin ningún impedimento para recibir el tratamiento, pasé a la sala de espera. 
Esta sala está siempre llena. No sólo encuentras pacientes con cáncer, sino también acompañantes, familia o amigos. Mirando a estas personas siempre me pregunto qué historias tendrán detrás, cómo se sienten, en qué fase del tratamiento se encuentran, etc. Y algunas de estas caras se harán conocidas porque es fácil coincidir más de una vez en la sala de espera o en el box de los tratamientos.

Y por fin me tocó el turno y pude pasar a mi box. Son unas salitas intercomunicadas que constan cada una de 4 sillones negros, una zona para enfermería, un baño y un armario. A la entrada, y dentro también, hay expositores con revistas para leer si te apetece.
Los sillones son cómodos y puedes bajar el respaldo, subir el reposapiés e incluso ponerte totalmente horizontal para echar una cabezadita. El personal de enfermería es cercano, amable y muy eficiente.
Todo esto hace que las horas que tienes que permanecer "enchufada" a un gotero sean lo más amenas posibles.

Esta soy yo recibiendo el primer tratamiento. Aún tenía pelo!!!! Al lado mi gotero; ya nos hemos hecho amigos.

Cuando llegas al box, te presentas y escoges un sillón. A mi me gusta ponerme cerca de la ventana, así que si está libre, escojo siempre el mismo.
Antes de ponerte los goteros con la medicación, las enfermeras te piden que les digas tu nombre y apellidos, para confirmar que es tu tratamiento y no el de otra persona.

El primer gotero que pasan es el de premedicación. Es decir, fármacos para reducir al máximo posible los efectos secundarios de la quimio, que en esta primera parte del tratamiento serán principalmente a nivel digestivo (náuseas, vómitos, etc).
El segundo es el de la Adriamicina, de un color rojizo característico (después de la sesión la orina se torna de color anaranjado-rojizo durante 1 o 2 días). Esta medicación y yo no nos hemos llevado muy bien, ya que es muy irritante y puede afectar a las venas, "quemándolas".
El tercero es el de la ciclofosfamida. En ocasiones puede dar una reacción alérgica, por lo que la enfermera te dice que le avises si notas algo raro como picor, sarpullido, mareo, malestar, etc. Nunca he tenido ningún problema, pero siempre, al final del tratamiento, cuando pasan el gotero de "limpieza" con suero fisiológico, notaba picor en la nariz y me entraban ganas de estornudar. Es relativamente normal, pero si ocurre al principio hay que avisar.

Cuando acaba el tratamiento, antes de irte, te dan unas pastillas (Fortecortin) para tomar durante los 3 días siguientes. Son para evitar las náuseas y vómitos. Además, también puedes tomar Primperan, pero no te lo dan sino que hay que comprarlo en la farmacia.

Cuando salí del box mi marido estaba esperándome para ir juntos a casa. No me sentía excesivamente mal, con una "malagana" como decimos en Aragón. Pero claro, la premedicación aún estaba haciendo efecto.
Yo, gracias a Dios, no he tenido unos efectos secundarios muy fuertes. Esta primera fase, que llamaré de las antraciclinas para abreviar (la Adriamicina es una antraciclina), me dejaba un poco regulín. Durante una semana a 10 días sentía malagana, en ocasiones nauseas, pero nunca vomité. Te cambia el sabor de los alimentos, no saben igual. En mi caso no llegué a sentir sabores malos, pero es cierto que no me sabían igual las comidas y no las disfrutaba tanto. Y lo que peor llevaba era que el agua me resultaba repulsiva. ¡Con lo que me gusta a mi beber agua! Tenía que obligarme a beber. Lo único que me apetecía era el gazpacho. Afortunadamente los síntomas son más intensos los primeros días y poco a poco van disminuyendo hasta desaparecer.

Está fue mi primera sesión. ¡Prueba superada!
Aquí os dejo un link donde podréis encontrar más información sobre la adriamicina y la ciclofosfamida:
http://chemocare.com/es/chemotherapy/drug-info/default.aspx

"No eres lo que logras, sino lo que superas".

5 comentarios:

Anónimo dijo...

gazpacho???? Anda que.... (no puedo poner caritas)

(your sister)

Maria dijo...

Era lo que me pedía el cuerpo. Con los días todo volvía a su ser y me volvía a apetecer beber agua. Era cuestión de paciencia.
La quimio tiene muchos efectos secundarios, pero gracias a Dios se pueden ir controlando y van desapareciendo.

Belén lecina dijo...

Eres una campeona

Belén lecina dijo...

Eres una campeona oleee sigue así con esa fuerza te queremos muak

Maria dijo...

Gracias por lo de campeona!! Es lo que hay. No queda más remedio que luchar y tirar hacia delante.